Entretenimiento y catarsis: El uso de la piratería de contenidos digitales en la pandemia del Covid-19

Entretenimiento y catarsis: El uso de la piratería de contenidos digitales en la pandemia del Covid-19

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Resumen


La reciente crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus ha significado el cierre de la economía, el confinamiento y el duelo de los individuos por la separación física y social. Representa, también, el descubrimiento de nuevas formas para cubrir las necesidades primarias y encontrar opciones para contener altos niveles de estrés y ansiedad. Las plataformas de entretenimiento digital forman parte esencial de la terapia de catarsis ante la incertidumbre del proceso transitorio por el movimiento no previsible.

El presente artículo es una revisión crítica de la piratería durante la pandemia de COVID-19, la cual ha provocado la reducción en la producción de bienes y servicios, la escasez y la pérdida de ingresos por falta de empleo. Para algunos sectores de la población, la piratería de contenidos digitales y de mercancías representa una opción que ocupa los espacios que las empresas y productos originales no pueden llenar debido a la contingencia. La sociedad vislumbra una “nueva normalidad” que prevé el uso intensivo de tecnologías digitales y de distanciamiento físico, mientras llega la llamada inmunidad.

 Palabras clave: piratería digital, estrenos de películas, streaming, crisis del coronavirus, estrés en la pandemia.

Entertainment and catharsis: The use of digital content piracy in the Covid-19 pandemic

 Summary

The recent health crisis caused by the new coronavirus meant the closure of the economy, forced confinement and the feeling of loss on the part of individuals due to physical and social separation, represented the discovery of new ways to meet primary needs and find options for containing high levels of stress and anxiety. Digital entertainment platforms would form an essential part of catharsis therapy, given the uncertainty of the transitional process due to an unforeseeable movement.

This article is a critical review of piracy during the COVID-19 pandemic, in the face of the production fall of goods and services, shortages and loss of income of people due to lack of employment. For some sectors of the population, piracy of digital content and merchandise represents an option that occupies spaces that original companies and products cannot fill due to contingency. Society envisions a «new normalcy» that foresees the intensive use of digital technologies and physical distancing, while the so-called «immunity» arrives.

Keywords: digital piracy, movie premieres, streaming, coronavirus crisis, stress in the pandemic.

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Introducción

A partir del seguimiento informativo en diversos medios e hipermedios con relación al tratamiento de la pandemia, la campaña nacional Quédate en casa y la observación de las actividades cotidianas en confinamiento, surgió la siguiente cuestión. ¿Cómo ha repercutido el aislamiento social en la producción y consumo de productos pirata de entretenimiento digital durante el periodo de confinamiento y cómo es que ello evidencia una función catalizadora ante los efectos psicológicos adversos causados por el encierro y aislamiento social?

El objetivo de este trabajo es: mostrar cómo ha repercutido el aislamiento social en la producción y consumo de productos pirata de entretenimiento digital durante el periodo de confinamiento y hacer evidente su función catalizadora ante los efectos psicológicos adversos causados por el encierro y aislamiento social, lo anterior a partir de una revisión crítica de la información surgida durante la pandemia del COVID-19 en medios especializados.

Para comenzar se proporciona un panorama contextual de la situación de la epidemia mundial por COVID-19 en el ámbito internacional y en México. Después se hace énfasis en las intervenciones psicológicas digitales durante la contingencia en personas con ansiedad y depresión, intervenciones que de otra manera podrían haber derivado en violencia física personal, a terceros o posibles conductas delictivas. Se argumenta que en la pandemia, a pesar de que las empresas de entretenimiento liberaron contenidos sin costo, el consumo de la piratería aumentó –como se aborda en el desarrollo de este análisis– en todos los ámbitos y que las personas afectadas recurrieron a recursos digitales de fuentes ilegales para subsanar el impacto negativo de la difusión masiva y prolongada de noticias del fenómeno epidemiológico.

Como parte de este panorama contextual fue preciso dar cuenta de la situación actual del sector formal del entretenimiento, relacionándolo con el incremento de la piratería durante esta eventualidad sanitaria y que, entre otras cosas, fue afectado por la paralización de los mercados internacionales y por la respuesta de nuevas políticas consistentes en la aprobación de nuevas leyes para proteger la propiedad intelectual.

En un apartado se aborda cómo los piratas informáticos actúan ante la distracción y estado de vulnerabilidad de la gente por los cambios radicales impuestos en su vida cotidiana, para cometer diversos delitos relacionados con el robo de identidad y datos financieros. Por lo tanto, se abordan también las medidas tomadas contra la piratería, así como los riesgos informáticos ante la presencia del SARS-CoV-2 y la transformación de las prácticas sociales, económicas y culturales en la pandemia. Para ello se recurre a la postura teórica de Yuri Lotman (1999).

Finalmente se habla del cierre de cuarentena y del periodo del desconfinamiento de la población y de la adopción de una llamada “nueva normalidad” de las actividades, basada en el temor al contagio y se plantea si las plataformas digitales permanecerán en las vidas de las personas, aún después de salir del máximo estado de alerta.

1.-La crisis sanitaria y el confinamiento

En enero de 2020 China hizo pública la secuencia genética del Síndrome Respiratorio Agudo Severo coronavirus 2 (SARS CoV-2) causante de la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19), la ola de contagios se hizo presente en todo el mundo, por lo que una de las alternativas de mitigación representaba el confinamiento de sanos y enfermos para evitar que un mayor número de personas falleciera. Así, iniciaron los preparativos para atender las necesidades primarias y emprender el reto de permanecer entre cuatro paredes.

Esto significó que las personas necesitaran cambiar por completo su estilo de vida al aislamiento y manejaran desde casa y a través de la red todo lo que implicaban sus actividades cotidianas, desde cuestiones de trabajo hasta aquello referente a su vida privada: “En cuanto a la preparación mental, Internet en realidad está muy desarrollado y puedes encontrar todo, incluidos tus libros favoritos, así como obras de cine.” (Noticias ONU 60)

Entre las medidas tomadas se trató de garantizar el abasto de alimentos, mantener sólo los servicios esenciales y de emergencia, suspender toda actividad que requiriera la movilidad de personas, cuando fuera posible, promover el teletrabajo y las clases en línea para los estudiantes en todos los niveles, lo anterior con el propósito de evitar las aglomeraciones; el transporte público fue restringido, los negocios y centros comerciales fueron cerrados, incluidas las salas cinematográficas, teatros, eventos musicales masivos, eventos religiosos, deportivos, entre otros.

El impacto de las noticias sobre la población que fue confinada podría explicarse desde la teoría de la aguja hipodérmica1 de Harold Lasswell y forjarse desde las reflexiones de los investigadores de la Mass Communication Research. (Novalbos 120) Aunque la teoría de la bala mágica, como también se le conoce, se desarrolló en la primera mitad del siglo XX, recientemente ha tomado fuerza gracias al auge de las redes sociales y de la introducción de las nuevas tecnologías, siguiendo a Díaz Gandasegui (2011), nos plantea que el concepto de rumor ha cambiado, debido a que no sólo los mensajes se condensan y se deforman, también influye el alcance y la velocidad a la que circula la información en redes sociales, “se carece de tiempo para que los individuos involucrados  intervengan y, sobre todo, para que exista una reflexión sobre la información que se está consumiendo.” (Díaz 16)

Cualquier información o postura puede ser “inyectada” en las plataformas sociales digitales, de tal forma que el contenido publicado consigue ser validado gracias a los algoritmos generados por las interacciones sociales llegando al mayor número de personas posible, además, tiene la capacidad de incidir en los procesos de opinión pública, tal es el caso del rumor esparcido entre los habitantes de zonas rurales por medio de WhatsApp acerca de que helicópteros de la Marina estarían propagando el virus desde el aire con el propósito de infectar a la población2

Desde una perspectiva de la teoría conductista se observa que la repetición masiva de información acerca de un patógeno microscópico desconocido, aunado a las noticias falsas, la incertidumbre y el amarillismo informativo, dejaría en estado de expectativa al sujeto, deshabilitando todos los conocimientos científicos previos hasta la aparición del fenómeno sanitario. De esa manera, la cuarentena domiciliaria de personas sanas, con derechos restringidos por ser “potenciales transmisores del virus”, mermaría en la salud emocional por el gran cúmulo de información, datos falsos, declaraciones del tipo conspirativo e incluso posiciones de científicos que proponían la existencia de otros tratamientos y que habían sido ignorados.

El 8 de junio de 2020, meses después de iniciada la cuarentena, la Organización Mundial de la Salud (OMS) redefinió el concepto de un individuo «asintomático». La noticia pasó casi desapercibida para la mayoría de la población, pero dejó en evidencia los diferentes discursos que se manejan dentro del mismo organismo: la funcionaria María Van Kerkhove aseguró que, basado en estudios se demostraba, que era «muy inhabitual» que un paciente sin síntomas contagiara el COVID-19, “… la comunidad científica replicó y al día siguiente la OMS debió salir a dar explicaciones y dijo que era un «malentendido».” (DW 15%) El mismo fenómeno se presentó ante la controversia sobre el uso de mascarillas sólo para personal médico y contagiados.

Bajo la visión de Mauro Wolf se reconocería que: “Hoy este «modelo» parece ser la consecuencia, más que de la investigación, de la imposición de cierto clima de opinión, de la imagen del proceso comunicativo, que ha acabado de prevalecer en un ámbito diferente.” (Wolf 42)

En el caso de México, el 23 de marzo al 19 de abril de 2020 inició la Jornada Nacional de Sana Distancia con la suspensión de actividades no esenciales, restricción de la movilización y congregación de personas; se hicieron las recomendaciones para que la gente se confinara en sus hogares como estrategia de autoprotección y cuidado, que consistió, entre otras cosas, en informar por todos los medios que la enfermedad viral no tenía un tratamiento, ni medicamentos eficaces. Se desconocía el impacto en la salud mental de los individuos que producirían las notas periodísticas que contabilizaban las muertes de las personas día con día.

2.-La forma de atemperar los cambios emocionales durante el confinamiento

La revista médica The Lancet (2020) publicó un análisis elaborado por la Academia de Ciencias del Reino Unido acerca de los efectos del aislamiento, consecuencia de la prevención del síndrome respiratorio agudo. El equipo de investigadores de las universidades de Cambridge, Uppsala, Glasgow y del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (loPPN), entre otros, refieren que existe el riesgo de que prevalezca un número relevante de personas con ansiedad, depresión y que participen en suicidio y autolesiones, recalca la importancia de las intervenciones psicológicas digitales durante los eventos estresantes. Dice que el distanciamiento social y físico ha interrumpido abruptamente muchas oportunidades para la salud física y psicológica. “Es importante el estudio de la dimensión de salud mental de la vida on line para investigar cómo los cambios en el uso de los juegos y las plataformas en línea podrían dar datos acerca de las intervenciones destinadas a mejorar la salud mental”. (Holmes, O´Connor y Perry 550)

Según los realizadores mexicanos Kishi Leopo, la música y las películas forman parte de un “botiquín de emergencia” porque de otra forma los individuos perderían la razón durante el confinamiento: “La música y el arte audiovisual han permitido que podamos salir de nuestras casas mental y espiritualmente, aunque no físicamente. Nos ayuda a no sentirnos aprisionados”. (El Heraldo de México 15) Parece que han sido de gran ayuda las propuestas de conciertos y festivales hechos por agrupaciones musicales y solistas para lanzar su obra a través del streaming y las redes sociales.3

Salvador Martínez Pérez, director del Instituto de Neurociencias (UMH- CSIC), respalda la idea de que en el confinamiento la música es un buen aliado, porque se traduce en un incremento de la dopamina, similar a los centros cerebrales del placer equiparables a la comida o al sexo. Martínez menciona que: “Valorie Salimpoor y Robert Zatorre, del Instituto Neurológico de Montreal (Canadá), han demostrado con imagen funcional del cerebro, que escuchar música activa los centros de recompensa del cerebro anterior, sobre todo el núcleo acumbens4 (NAc) incluso antes de que empiece a sonar”. (Martínez 46)

Dicho lo anterior, el confinamiento por la crisis sanitaria del COVID-19 hizo que los consumidores en México modificaran sus hábitos de entretenimiento, al disminuir la actividad física y cambiarla por la mental, “… al incrementar hasta en 22 por ciento la demanda podcast y música streaming”. (El Informador 10) A su vez, la agencia de investigación en marketing Comscore mostró el comportamiento de las búsquedas de contenido digital en México a partir del confinamiento en la categoría de entretenimiento, “… durante la primera semana de abril 2020, registró 211 millones de páginas vistas, lo que representa un crecimiento de 2.5% respecto a la semana inmediata anterior”. (Ibarra 2020)

Se identifica que, un gran número de personas que al principio se informaban acerca de las cuestiones relacionadas con el nuevo patógeno, se decantaron por consumir contenidos relacionados con la espiritualidad, crecimiento personal y psicoterapia para hacer la “cuarentena” más llevadera. Así en la crisis mundial del coronavirus y el confinamiento prolongado en México, el entretenimiento digital ha sido una herramienta terapéutica para compensar el alto grado de estrés.

3.-Situación del mercado del entretenimiento

En México, desde el 23 de marzo de 2020 cuando se oficializó el paro en la economía, millones de personas que trabajan formalmente y por su cuenta, así como los pequeños negocios dejaron de ejercer sus actividades, también la mayoría de las empresas tomaron medidas para evitar la propagación del virus y por orden oficial tuvieron que cerrar. Entre las múltiples empresas afectadas se encuentran las que corresponden al sector del entretenimiento: la industria cinematográfica y de espectáculos, incluido el personal que depende de la cadena de producción. Si bien, compañías transnacionales como Universal y Disney 5

decidieron que, en algunos casos y para evitar pérdidas, los estrenos se transmitieran a través de las plataformas digitales, “… han tenido que ser las más pequeñas las que apuesten por el contenido online para poder estrenar sus filmes”. (Zurro 30) En cuanto a las obras cinematográficas de manufactura nacional quedaron pendientes de ser filmadas, otras pospusieron los estrenos y están en espera de recuperar parte de la inversión una vez que se autorice la reapertura de cines.

En el ámbito musical, la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), reportó que el mundo cultural y creativo fue uno de los más afectados por la crisis (por considerarse actividad «no esencial»), en consecuencia, las nuevas producciones se limitaron. Según las propias estimaciones, algunas partes del sector representan 509 mil millones de euros en valor agregado al PIB y más de 12 millones de empleos a tiempo completo. Derivado del problema del Covid-19, “… se espera que se pierdan hasta el 80% de su facturación en el segundo trimestre de 2020”. (IFPI 1) A pesar de la caída generalizada de la producción algunas empresas internacionales proveedoras de servicio de video y música grabada en línea (streaming) se vieron fortalecidas.6

La respuesta de la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y Videogramas (AMPROFON), empresas y organizaciones como Sony Music México, Universal Music Group, entre otros, han lanzado la convocatoria para donar a la iniciativa Música México Covid-19 (MMC-19), que pretende apoyar los músicos y técnicos afectados por la cancelación de eventos públicos.

En términos generales, en junio de 2020 el Gobierno mexicano reconoció que, tan sólo en el sector formal de la economía, “… se perdieron millón 30 mil 366 empleos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante marzo, abril y mayo”. (Expansión 15) A lo anterior habría que sumarle los millones de personas de la economía informal que se vieron imposibilitadas para desempeñar sus oficios y para ejercer el comercio, lo que representaría un retroceso en el nivel de vida material de los afectados.

  1. 4.-El incremento de la piratería durante la eventualidad sanitaria

La crisis económica, el teletrabajo, las licencias por vulnerabilidad y el aumento del número de desempleados, además de la incertidumbre, han sido factores para que la gente destine parte de sus ingresos a subsistir, pero también ha sido motivo para que algunas personas encontraran en el aislamiento social una oportunidad para ofrecer productos mediante el uso de las redes sociales. De ese modo, la piratería también cubrió necesidades en la reclusión sanitaria, algunos no perdieron la oportunidad de ganar dinero y aprovecharon la escasez en el mercado para vender medicamentos7 y mascarillas N95 falsificadas8, según las fuentes (Wilson 10%), a través de la Dark web.9Se añaden la venta de artículos de limpieza, complementos alimenticios, artículos de cómputo, ropa, calzado, entre otros, muchos de ellos de origen ilícito.10

Para la UNESCO la “piratería” abarca la distribución ilegal de copias no autorizadas de productos protegidos por el derecho de propiedad intelectual, hasta productos fuera de un marco legal y que son comercializados. (UNESCO 1) Para el Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C., “… se define como todas aquellas mercancías y/o servicios que no están contabilizados en los registros y las estimaciones oficiales de la economía”. (CIDAC 15)

El aislamiento intensificó el uso de dispositivos electrónicos y algunas proveedoras de Internet reportaron un incremento del 40% en las redes: empresas como Netflix y Facebook “…redujeron la calidad y tráfico en sus plataformas para no saturar los servicios”. (DPL News 8%) Se reportó crecimiento en el uso de las plataformas como YouTube, Netflix o Prime, pero hubo un sector de la población que optó por combinarlos con los servicios de streaming pirata.

La firma británica Muso cita en su artículo “Coronavirus, contagio y la industria del cine: el nuevo viral”, que debido al confinamiento de la población, se presentó un incremento sin precedentes del 40% de la piratería de películas, a pesar de que un porcentaje de la población tuvo que trabajar desde casa “… significó tener mayor tiempo libre para ver los estrenos de películas y en un aumento significativo en las visitas a sitios de piratería de películas”. (MUSO 20%) Con la cancelación de eventos musicales, cierre de bares, teatros, centros nocturnos para entretenimiento se “… propició una mayor demanda en la tecnología digital para cumplir tal necesidad”. (Ingham 120)

En el caso de los libros digitales también hubo una respuesta: el sitio informático denominado Internet Archive, que hasta hace poco se caracterizó por albergar contenido libre de derechos de autor, ofreció de manera abierta una colección de 1.4 millones de libros de su biblioteca Virtual Open Repository a los usuarios confinados y fue difundido a través de redes sociales y servicios como WhatsApp o Telegram. La consecuencia: fue motivo de una demanda por parte de cuatro editoriales11, por lo que fue obligado a retirar los materiales de sus servidores. (Quezada 4) A pesar de lo anterior, otros repositorios siguen vigentes, al menos durante la pandemia, como es el caso del sitio Bookmate.com con más de un millón de títulos, muchos de ellos en español, sin pagar por ello. Se prevé que las editoriales, entre ellas varias mexicanas, tomen acciones legales en lo futuro.

Una actividad que ha destacado en medio de esta ordenanza de confinamiento es la del uso de materiales del tipo stream-ripping12 muy popular en países como Canadá, México, Países Bajos, Suecia y Suiza. (USTR 22)

Las series y películas de Netflix, Amazon, Disney o HBO se encuentran ilegalmente en repositorios digitales, algunas veces para ser usados libremente, otras se pide una cuota que puede ir de los 17 a los 40 dólares anuales. Dichos contenidos se alojan en servidores y las suscripciones las ofrece un proveedor a través de plataformas digitales de ventas (AliExpress o EBay) y, también, resultan difíciles de rastrear. De este modo, con un nombre de usuario y una clave se accede a cientos de canales de paga, nacionales e internacionales, eventos deportivos y una gran variedad de series y películas de estreno. Existen en la red sitios como PeliPlus, con una gran cantidad de enlaces de series y películas bajo el mismo esquema: con membresía o la opción de visualizar películas sin costo.

Previo a la pandemia las condiciones que ayudaron al crecimiento de la piratería se explicaban por el aumento de acceso de personas a las redes. Según el 15° Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2019, reveló que para 2018 el número de individuos que utilizaba estos servicios alcanzó a 82.7 millones de mexicanos, es decir, un 71% de personas mayores de 6 años y arrojó que un 46% de esta población ya realizaba compras por Internet, un 65% veía películas y un 63% escuchaba música. (Asociación de Internet México 4)

En México, los rubros en los que la piratería digital se incrementó, y que resultan problemáticos, han sido los servicios IPTV ilegal,13  el stream ripping y programas de cómputo con licencias ilegales. Sin embargo, durante la pandemia ante el inminente cierre de tiendas físicas, en diversos perfiles de Facebook se ofrecieron todo tipo de productos. Lo anterior significó una competencia desleal con las tiendas en línea oficiales, ya que se ofrecían productos con precios por debajo de los del mercado.

  1. 5.-Medidas contra la piratería

México ha reforzado medidas de protección a la propiedad intelectual junto con Estados Unidos y Canadá con el nuevo Acuerdo de Libre Comercio, T-MEC o USMCA14, por sus siglas en inglés; aunque según la Watch list del Reporte Especial 301, 2020, de la Oficina de Representación Comercial de los Estados Unidos, el gobierno mexicano ha reducido significativamente los recursos para la protección de la propiedad intelectual. Asimismo, la introducción de banda ancha de Internet ha facilitado el aumento al acceso de contenidos digitales al tiempo que se han visto incrementados la falsificación de bienes. El gobierno estadounidense ha instado a México para generar convenios y que se dediquen mayores esfuerzos para la protección de los derechos de autor y de propiedad intelectual. (USTR 84)

De acuerdo con las leyes mexicanas los derechos de propiedad intelectual e industrial se amparan en el capítulo Primero de la Ley Federal del Derecho de Autor, el Código Penal Federal, artículos 424 al 429 y la Ley de la Propiedad Industrial, 199 BIS. Infringirlas se denominaría como “… delitos en materia de derechos autor o de propiedad industrial.” (CIDAC 9)

Ante la epidemia mundial la aplicación de la ley se vio parcialmente detenida para ciertas infracciones de orden menor y se observó tolerancia, por lo que la vigilancia se “flexibilizó” ante la necesidad de que los usuarios se mantuvieran tranquilos durante el encierro. Los sitios informáticos ilegales, tales como Peliculas24, Pelisplus, Repelis24 o The Pirate Bay, entre otros, siguieron proveyendo contenidos piratas. En cambio, la industria legal y sus asociaciones, en vez de ejercer acciones legales, pusieron a la disposición contenidos libres de pago, un ejemplo de eso es que aproximadamente “… 5 mil películas comerciales…” (Diaz 10%), permanecen activas en los reservorios de YouTube (desde marzo de 2020 hasta la publicación de este artículo); en otras circunstancias los contenidos hubieran sido automáticamente borrados. Por su parte, HBO ofreció periodos de una semana sin costo. Microsoft y PlayStation hicieron “… lo propio al regalar videojuegos para ayudar a pasar la cuarentena”. (Valle 85%)

La respuesta que hubo por parte de las asociaciones que representan a las industrias fonográfica y de videogramas del actual gobierno fueron las modificaciones a la Ley Federal del Derecho de Autor que entraron en vigor el 1 julio de 2020 y que consisten en solicitar “de manera expedita y eficaz, remuevan, retiren, eliminen o inhabiliten el acceso a materiales o contenidos dispuestos, habilitados o transmitidos sin el consentimiento del titular del derecho de autor o derecho conexo, y que estén alojados en sus sistemas o redes, una vez que cuente con conocimiento cierto de la existencia de una presunta infracción”. (LFDA ART 114 I-V 2020) Las modificaciones han recibido muchas críticas por la supuesta violación a los derechos humanos o a la libertad de expresión, pero los promotores de esta ley como Alfredo Tourné, de la Asociación Protectora de Derechos Intelectuales Fonográficos (APDIF), afirma que solo afectará a quienes lo realicen con fines de lucro y no los que lo hacen con propósitos científicos o culturales (Castro, Alejandro). La medida consiste en un mecanismo de notificación y retirada para notificar y retirar contenidos en plataformas digitales. Las reformas a la ley cuentan con 180 días a partir de la publicación para su análisis y aclaraciones que evitarán confusiones en su interpretación.

6.-¿Riesgos informáticos ante la presencia del SARS-CoV-2?

Según Eusebio Nieva, director de la firma seguridad CheckPoint, desde principios de enero de 2020 se han registrado más de 16,000 dominios con información del coronavirus y cerca de un 20% “… fueron clasificados como peligrosos”. (Zuriarrian 8) El fastidio causado por el confinamiento es un factor de riesgo, ya que puede provocar que los niveles de atención disminuyan y los individuos sean proclives a caer en las trampas que generan los hackers para robar información.

Pese a los esfuerzos de las organizaciones para reforzar sus ciberdefensas en medio de la actual pandemia mundial, los hackers continúan innovando con mayor rapidez y automatizando sus ataques. (NTT 4)

Cuando se descarga contenido digital a través de sitios no certificados, “…existe la posibilidad de descargar programas no deseados”. (Álvarez 1) Y de abrir la descarga involuntaria de programas espías, mineros cohinhive15, troyanos informáticos, que dejan vulnerable al equipo para acceder a información sensible y a merced de programadores malintencionados.

7.-La transformación de las prácticas sociales, económicas y culturales en la pandemia

La difusión intensiva de la información acerca de la enfermedad respiratoria fue esencial para imponer medidas estrictas de higiene y para detener el contacto social. Una vez que se cumpla el ciclo biológico y el modelo matemático previsto en la población sobre la epidemia muestre menor tasa de crecimiento de contagios y fallecimientos, se esperan cambios en las reglas de convivencia humana, como un imprevisible dentro de los procesos de cambio social. Yuri Lotman, en su obra Cultura y explosión (1999), habla de que se percibe un movimiento continuo, que es la previsibilidad, y su contrario: la imprevisibilidad, en las modalidades de explosión. La imprevisibilidad derivada de los procesos explosivos no es la única forma hacia lo nuevo, las esferas de la cultura realizan su propio movimiento representados como cambios graduales. Nos encontramos a opuestos que coexisten por su reciprocidad. De ese modo surge el pensamiento individual acerca de que lo ajeno es el enemigo, porque significa ahora una forma de contagio. “Así, el comportamiento individual y el colectivo surgen simultáneamente como oposiciones recíprocamente necesarias. Les precede el desconocimiento, y, en consecuencia, como una «inexistencia» social ya sea de uno como del otro”. (Lotman 14)

En sentido similar el filósofo e historiador israelí, Yuval Noah Harari (2020), dice que la naturaleza de las emergencias aceleran los procesos históricos, se convierten en parte de la vida. En tiempo de crisis epidemiológica la población debe seguir ciertas pautas. Con la intención de monitorear el ritmo de la vigilancia epidemiológica algunos gobiernos han establecido métodos para quien incumpla las reglas, dejan atrás la vigilancia personal y recurren a sofisticados algoritmos incluidos en aplicaciones informáticas, a través de los que se obtiene información acerca de la movilidad de la población o información en redes sociales; lo que supone “una transición de una vigilancia epidérmica a una vigilancia hipodérmica”. (Noah 40%) Los dispositivos como teléfonos celulares, relojes o termómetros digitales y las plataformas de videoconferencias, como Zoom o Skype, hacen posible obtener, además de información del usuario, datos biométricos, voz, ritmo respiratorio, temperatura e incluso presión sanguínea. Estos métodos se establecen como parte del monitoreo futuro de la población aun después de la crisis sanitaria; como ejemplo palpable está el plan de vigilancia implementado por China para sus ciudadanos.

  1. 8.-Cierre de cuarentena

La incorporación gradual de la población a la vida cotidiana ha producido muchas inquietudes sobre todo en actividades que implican la participación en grupos, la OMS no tiene claro16 qué sistema de prevención va a funcionar. Las empresas proponen un modelo presencial escalonado; en cuanto a las instituciones educativas, como la UNAM, plantean un sistema híbrido para las clases (presencial-virtual). Respecto al regreso a clases en el nivel básico, las medidas han sido cautelosas, a pesar de que la población infantil y de adolescentes no han sido afectados significativamente por el virus según las evidencias.17todos los casos se observa resistencia para la integración a las actividades.

El llamado Post lock-down o cierre de cuarentena también se vislumbra problemático: “Los problemas financieros y el estigma se han visto como factores que disparan el estrés y el malestar psicológico”. (Jiménez 2) Los recursos en un país como México son limitados y el acceso a licencias de uso de software no serán de uso generalizado, debido a que implica un costo. Por eso algunas personas han optado por instalar programas craqueados18 para seguir trabajando en sus computadoras desde casa, otros recurren al software libre para completar sus tareas, en la medida que los requerimientos de los destinatarios sean flexibles y no exijan la sofisticación que sólo los programas de paga aportan.

Es posible que las bibliotecas y librerías físicas pierdan algunos adeptos al regreso de una nueva normalidad por el temor al contacto físico, tanto al papel como a los usuarios. Se esperaría que las consultas se hagan a través de bibliotecas digitales de libros con derechos de autor. Con piratería o no, persiste la expectativa de que la experiencia de “retomar lo impreso” vaya fortaleciéndose conforme disminuya el impacto psicológico.

Paralelo a esta tendencia, durante la contingencia sanitaria encontramos la situación de algunos movimientos sociales con presencia mundial, por ejemplo, los que van en contra (o a favor) del control hegemónico y que mostraron su presencia; algunos fueron censurados por su discurso y otros, al contrario, fueron promovidos en plataformas digitales y parecerían no verse afectados por las medidas sanitarias de disgregación, incluso, algunos grupos orientan su intención a salir a manifestar sus posturas ideológicas, tal como ha sucedido en Estados Unidos, Alemania y España.

En general, para la mayoría de los miembros de la sociedad, el entretenimiento, las plataformas de películas y música seguirán siendo una opción catártica, también aplica para los videojuegos on line, que es otra forma de interactuar en equipos con personas reales, motivado por la necesidad de convivir con seres cercanos.

Conclusiones

Las plataformas legales e ilegales por Internet contribuyeron a mitigar el estrés generado por la crisis del coronavirus.

Para la mayoría de las personas enfrentar la primera etapa del desconfinamiento representa un reto, implica vencer la resistencia al contacto social, lidiar con el impacto emocional causado por el aislamiento físico y aprender a acatar las reglas establecidas por las autoridades. Aunado a la adaptación de las actividades cotidianas a intensos protocolos de higiene, la creación de nuevas formas de convivencia y de actividades para la generación de ingresos son fundamentales.

Retomando nuestra pregunta: ¿Cómo ha repercutido el aislamiento social en la producción y consumo de productos pirata de entretenimiento digital durante el periodo de confinamiento y cómo es que ello evidencia una función catalizadora ante los efectos psicológicos adversos causados por el encierro y aislamiento social? Se respondió al hallar que, al parecer, las plataformas por Internet han ayudado a aminorar el daño emocional producido por la eventualidad sanitaria y el desempleo.

Queda para investigaciones posteriores determinar el universo empírico y estudiarlo desde distintas rutas metodológicas que aporten datos, tanto cuantitativos como cualitativos al respecto. Así, los medios de entretenimiento digitales cumplen su función terapéutica para evitar el descontrol de los estados emocionales de los individuos.

El objetivo: mostrar cómo ha repercutido el aislamiento social en la producción y consumo de productos pirata de entretenimiento digital durante el periodo de confinamiento y hacer evidente su función catalizadora ante los efectos psicológicos adversos causados por el encierro y aislamiento social, lo anterior a partir de una revisión crítica de la información surgida durante la pandemia del COVID-19 en medios especializados; fue alcanzado, pues la piratería de contenidos se mostró fortalecida ante la incapacidad de las personas de llenar espacios públicos, aunque se espera que la tendencia se vaya revirtiendo con el paso del tiempo derivado de las estrategias de empresas de entretenimiento que provean de espacios seguros.

Las recientes reformas a la Ley de Derecho de Autor respecto a los contenidos digitales alojados en plataformas en línea marcan una nueva pauta para establecer mecanismos control legal sobre los contenidos protegidos y que anteriormente estaban desprotegidos. Las reacciones de medios defensores de la libertad informática no han resultado favorables y residen en el debate sobre en dónde se encuentran los límites de la libertad de expresión, derechos humanos y la propiedad intelectual.

De lo dicho se desprende el porqué los productos de entretenimiento digitales pirata fueron más consumidos durante el periodo de aislamiento social, ya que sirvieron como catalizadores para evitar la exacerbación de los estados emocionales de los individuos. Además, se puede afirmar que la integración virtual a través de videoconferencias, juegos, clases y trabajo a distancia permanece presente a pesar de las vulnerabilidades de seguridad informática que esto representa.

La adaptación a retomar las actividades cotidianas se prevé sea gradual, así las tecnologías informáticas para socializar a larga distancia y para compras por Internet se afianzan cada día más. Sólo mediante la observación del fenómeno se podrán encontrar nuevas rutas para el análisis, por lo pronto, se espera que la modalidad on line seguirá presente por mucho tiempo. Para compensar el miedo por el contacto humano algunos hablan de que permanecerá mientras haya una “vacuna”, otros establecen que será hasta el suministro de anticuerpos19 y el resto esperan la “inmunidad comunitaria” natural.

A pesar de que en escuelas y centros laborales, sociales, deportivos y políticos vayan acoplándose a nuevas formas de convivencia, las incógnitas que se presentan con toda esta transformación de las estructuras y el reacomodo de ciertos sectores de la economía, incluyendo la diferente distribución del ingreso, son: ¿Qué porcentaje de los productos de la industria de producción digital se consumirá ilegalmente? ¿Cómo las personas y empresas enfrentarán los nuevos riesgos informáticos por la aparición de nuevas formas de robo de información? ¿Cómo estas empresas están enfrentando nuevas estrategias para sobrevivir a este reacomodo sanitario? Todo dependerá de cómo haya sido la gestión de la administración pública para evitar desequilibrios, a largo plazo, de las variables económicas, de salud y de seguridad, éstas podrán ser el termómetro para definir los próximos procesos electorales y formas de gobierno.

Fuentes de consulta

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Juan Joel Machuca Mojica

Semblanza

Formación académica: estudios de maestría en Comunicación y Estudios de la Cultura por ICONOS, Instituto de Investigación en Comunicación y Cultura; licenciado en Economía con especialización en Desarrollo económico y planificación por la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco; curso de formación de analistas en el gobierno mexicano; Certificación de Seguridad de la Información; Certificación de Licencias de Software, entre otros.

Actividad laboral: coordinador de inteligencia para Grupo Omega, servicios de investigaciones para las industrias de la música, cinematografía, tabacalera, minería, vestido y farmacéutica.

Correo: juanjoelm70@hotmail.com

  1. 1.Propaganda, Communication and Public Opinion 1946 (Lasswell, Smith y Casey)

     

  2. 2.https://www.facebook.com/AztecaNoticias/videos/645250169389902
  3. 3.Tal es el caso de “All in WA: A Concert for COVID-19 Relief”, el 24 junio de 2020, con la participación de Pearl Jam, Brandi Carlile, Death Cab for Cutie’s Ben Gibbard, Sir Mix-A-Lot, Mackelmore, Joel McHale, Allen Stone, Mary Lambert y The Black Tones”. (Concierto Allinwa 2020)
  4. 4.Es una estructura cerebral que forma parte de nuestro sistema de placer y recompensa.
  5. 5.Se adelantó el estreno de Onward, el último filme de Pixar, diez días antes de que la crisis llegara.
  6. 6.Según SEMrush de investigación y análisis de datos, los servicios de streaming durante marzo de 2020 crecieron un 12,7%, en promedio. La suscripción a HBO se ha incrementado en un 24%, comparado con un 18% de Netflix que muestra un incremento menor que su rival, Apple TV, que tuvo una caída del 14,41% en las suscripciones. (Staff High Tech Editores)
  7. 7.https://www.gob.mx/cofepris/articulos/la-cofepris-alerta-sobre-la-falsificacion-del-medicamento-plaquenil-hidroxicloroquina
  8. 8.De acuerdo con la empresa 3M, productor de estos insumos Médicos, personas han fabricado e importado “copias ilegales de estos objetos a fin de venderlos a precios superiores a los que tienen en las tiendas”. (El Heraldo 2020)
  9. 9.Obtenidos de origen ilícito en la Deep web comprados con bitcoins (Wilson 2020)  
  10. 10.Algunos medios de comunicación destacan que el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) habría incursionado en la distribución de medicina… se multiplicó el robo al transporte de equipos médicos y material sanitario, así como extorsión y amenaza. (Cabeza de Vaca 20)
  11. 11.El argumento fue que un exceso de los servicios bibliotecarios legítimos, que traspasó la Ley de derechos de autor y la realización de piratería digital intencional. Las editoriales responsables por la demanda fueron Hachette Book Group, Inc., HarperCollins Publishers LLC, John Wiley & Sons, Inc. y Penguin Random House LLC.
  12. 12.Consiste en copiar mediante un programa desde la fuente original desde donde se transmite el contenido en streaming. (Mateo 2017).
  13. 13.llicit Internet Protocol Television
  14. 14.El Tratado de Comercio México, Estados Unidos y Canadá fue firmado el 29 de enero de 2020 y funciona a partir del 1 de julio de 2020.
  15. 15.Programas que utilizan sin permiso la computadora de la víctima para hacer cálculos que le permitan generar ganancias en forma de criptomonedas para terceras personas.
  16. 16.Hay algunas inconsistencias de la información que ha dado la OMS, por ejemplo haber pospuesto la alerta sanitaria mundial, con los primeros casos de COVID-19 en China en 2019 (Muñoz 2), que derivó en el retiro de ayuda por parte del Gobierno de Estados Unidos. (Baccaro 04) También en el uso del cubrebocas: “El coronavirus no se transmite a distancia por el aire, advierte la OMS… el contagio de la Covid-19 se produce por contacto con gotas respiratorias.” (Sáez)
  17. 17.El 31 por ciento de la población en México, según la CONAPO son menores de 17 años y no han sido afectados “significativamente” en su gran mayoría por la infección del nuevo virus, según la evidencia médica mundial: “Es inusual que los niños y niñas, se enfermen de gravedad con COVID-19. A pesar de los grandes brotes epidémicos en todo el mundo, muy pocos niños han muerto” (Mayo clinic 2020). Su incorporación a la nueva normalidad representa nuevos retos, para enfrentar el medio ambiente exterior, pero en situaciones inusuales, porque se sabe que, pasar tiempo con los compañeros representa una forma en que los menores pueden desarrollar habilidades que impactan la salud física y mental a lo largo de la vida. El Dr. Jack Shonkoff, experto en desarrollo de la infancia en el Centro para el Desarrollo de la niñez de Harvard, hace énfasis en la adaptación y destaca: «Si no lo hubiéramos hecho, nos habríamos extinguido como los dinosaurios. No podríamos sobrevivir porque el medio ambiente siempre está cambiando.» (Sohn 2)   En
  18. 18.Activar software gratuitamente
  19. 19.Tales como el Centivax en desarrollo en EE. UU.

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