Resumen
Este artículo se estructura como una experiencia metodológica que da respuesta a los planteamientos de la investigación Imaginarios juveniles y prácticas de ciberpolítica, misma que se edifica sobre la estructura de una tesis doctoral que desde su inicio asume la tarea de interpretar las representaciones sociales de los jóvenes, a partir de las prácticas políticas realizada en redes sociales.
La cartografía del estudio se inscribe en una perspectiva hermenéutica que cohesiona las vértebras del análisis; su cimentación fluye sobre formas y técnicas que cumplen el papel de acompañamiento para asumir diversos matices de comprensión, sobre todo cuando se trata de explorar los lenguajes de la cultura contemporánea. Se presenta entonces un mapa que indaga –por medio de recurso técnico como la entrevista, los discursos puestos en la red por los jóvenes y la bitácora– en el estudio del sujeto, sus interacciones y sus prácticas comunicativas en el orden de la acción política.
Palabras claves: estudio del sujeto, hermenéutica de las imágenes, redes sociales, análisis, recursos.
Abstract
This essay is structured as a methodological experience that responds to approaches suggested by a study conducted on young adult imageries and cyber politics practices, developed as a Ph.D. thesis, which from the start, assumes the task of interpreting the social representations of young people from political practices reflected on social networks.
The layout of this study is presented through a hermeneutical perspective that draws the vertebrae of the analysis together; founded on forms and techniques which together support the assumption of the various nuances of understanding, especially when it comes to exploring the languages of contemporary culture. The following is a map that uses as delving instruments technical resources such as interview, discourse found on the web used by young adults, and recorded data on the people being studied, their interactions and their communication practices in regard to political activity.
Keywords: subjects under study, hermeneutics of images, social networks, analysis, resources.
1.Antesala explicativa
En el campo de la investigación social los convenientes o inconvenientes son inherentes, cuando se adentra en el territorio de los sujetos y sus prácticas. La dificultad se tiende cuando se trata de hilvanar un proceso o ruta metodológica adecuada que sea cómplice de los propósitos y los marcajes teóricos. Formular un rumbo será siempre un riesgo que hay que correr, con la idea también de que la investigación puede tener muchos caminos.
Este escrito se estructura como una experiencia metodológica que da respuesta a los planteamientos de la investigación Imaginarios juveniles y prácticas de ciberpolítica; es así como se edifica la estructura de una tesis doctoral, que desde su inicio asumió la tarea de interpretar las representaciones sociales de los jóvenes, a partir de las prácticas políticas realizada en redes sociales; un discurso manifiesto que revela lo significativo de los imaginarios sociales.
El acercamiento a estas dinámicas demandaba enfoques y medios particulares para el análisis social; de ahí que desde las necesidades de la investigación, se requería de una vía metodológica que explorara e interpretara con soltura un discurso tan escurridizo como lo es el juvenil. La cartografía del estudio se inscribe entonces en una perspectiva hermenéutica que aglutina y cohesiona las vértebras del análisis; su cimentación fluye sobre formas y técnicas que cumplen la función de acompañamiento, para asumir diversos matices de comprensión, sobre todo cuando se trata de explorar en los lenguajes de la cultura contemporánea.
La rigurosidad del método marcado en el tiempo por los enfoques positivistas, ha puesto -como señalaba Wilhelm Dilthey- el problema de la validez universal del saber, la necesidad y universalidad de las verdades lógicas y matemáticas, como dominio casi exclusivo de las ciencias naturales. Tales discusiones pasaron por las palabras Dilthey, quien abogaba por las ciencias del espíritu, sobre el dominio de las ciencias naturales y lógicas. “La cultura es, antes que nada, un tejido de nexos finales. Cada uno de ellos, lenguaje, derecho, mito y religiosidad, poesía, filosofía, posee una legalidad interna que condiciona su estructura y ésta determina su desarrollo.” (Dilthey XV) La crítica de Dilthey es más profunda, cuando agrega que el trato al espíritu como un producto de la naturaleza fue mutilado. “El no tolerar el fraude, el no dejarse engañar, he aquí la gran fuerza que este positivismo abrigaba. Pero la mutilación del mundo espiritual para poder acomodarlo en los marcos del mundo exterior representa su limitación.” (Dilthey XVIII)
Quizás sin pretenderlo, Paul Feyerabend abre una oportuna respuesta a lo anterior. En una perspectiva anárquica sobre el estudio del conocimiento, refiere Feyerabend que cada uno tiene sus formas de comprender la realidad y llegar a la verdad. La variabilidad de significados que se dan en las ciencias humanas las justifica en la complejidad e impredictibilidad del cambio humano, proceso donde los metodólogos con sus reglas serían incapaces de dar cuenta de tales interacciones. Tras ello apela a la apertura de opciones en el conocimiento y por tanto, a quitar los límites de las reglas. “El mundo que deseamos explorar es una entidad en gran medida desconocida. Debemos por tanto mantener abiertas nuestras opciones y no restringirlas de antemano.” (Feyerabend 2-4). Su postura al estudio del conocimiento lo conducirá al rechazo de criterios universales y de todas las tradiciones rígidas. “¿Cómo es posible examinar algo que estamos usando continuamente? ¿Cómo analizar los términos en los que habitualmente expresamos nuestras más simples e ingenuas observaciones, y descubrir así sus presupuestos? ¿Cómo descubrir el tipo de mundo que presuponemos cuando nos comportamos del modo que lo hacemos?” (Feyerabend 16) Estos son cuestionamientos agudos del filósofo, pues desde esta posición libera a la investigación de los cánones y al mismo tiempo coloca el uso de métodos tradicionales como recursos que le niegan a la ciencia su propia capacidad de descubrimiento o de duda.
La ruta en las discusiones sobre las ciencias del hombre, mantenidas hasta este tiempo, ha hecho perenne el reto de dar explicaciones plausibles en el mundo del conocimiento; que en los procesos de rendir cuenta de la realidad, crea sus propios recorridos. Acorde con ello, la perspectiva teórica trazada en este trabajo postula necesariamente un proceso metodológico que busca la explicación de los presupuestos expuestos en la investigación. El enfoque de las representaciones sociales cumple esa función en la naturaleza del estudio aquí planteado, que como lo menciona Sandra Araya, unifica e integra lo individual y lo colectivo, lo simbólico y lo social; el pensamiento y la acción. (Araya 9) La misma autora agrega que representar es hacer un equivalente, pero no en el sentido de una equivalencia fotográfica, sino que un objeto se representa cuando está mediado por una figura.
De ahí también la necesaria incursión a la hermenéutica de las imágenes, perspectiva que no sólo aporta trazos conceptuales, sino que da pie para exploraciones metodológicas, donde las explicaciones de Diego Lizarazo se tornan sustanciales para el análisis. Desde esta postura es que se traza un recorrido metodológico que presenta sus propias alianzas, pero a la vez abre la posibilidad de respuestas no esperadas. La construcción de imágenes si bien puede verse como un proceso individual, también puede comprenderse como proceso colectivo, de grupos que interactúan y se comunican entre sí, es decir, se extienden relaciones que despliegan flujos comunicacionales. Abric retoma aspectos de Moscovici que son válidos al tema: “«Que no hay distinción alguna entre los universos exterior e interior del individuo (o del grupo). El sujeto y el objeto no son fundamentalmente distintos». Ese objeto está inscrito en un contexto activo, concebido parcialmente al menos por la persona o el grupo, en tanto que prolongación de su comportamiento, de sus actitudes y de las normas a las que se refiere. (Abric, 5)
Lo relevante no está en historizar el proceso político, sino en develar las interacciones de los sujetos políticos. El horizonte trazado delimita su interés investigativo y focaliza el análisis e interpretación de las diversas expresiones tanto, de orden verbal, escrito o audiovisual. Los recursos técnicos cumplen la función de recabar la información requerida, de examinar y por supuesto conectar y precisar en las reflexiones que abren brecha en el estudio social. El camino planteado encuentra un aliado en las ideas y formulaciones de hermenéutica de las imágenes que realiza Lizarazo, aportaciones que allanan el camino frente a las dificultades empíricas.
Sin embargo, aun cuando se señalan estos parámetros, es válido mencionar que tales fases expuestas no siguen estrictamente una secuencia, al contrario, en el tránsito se mezclan unas con otras, con la salvedad de que sostengan las interrogantes planteadas.
2.Naturaleza del estudio de la cultura juvenil
El abordaje se proyecta desde la interpretación de los discursos juveniles, esto determina el diseño de instrumentos que permiten la obtención de la información requerida. Desde ahí emergen aspectos formales a considerar. La focalización de un grupo de estudio y el uso de la entrevista como instrumento que particulariza, y descubre a profundidad las estructuras subjetivas de los actores juveniles; es una arista que se conjunta de forma natural. El grupo se identifica por las características comunes y a los atributos requeridos (edad, estudios, género, formación académica y participación política en redes sociales).
El material político elaborado por los jóvenes para la red social es importante en su recuperación, pues se organiza como un índice significativo de la práctica política realizada por ellos en un espacio en red, como una superficie que posibilita la comunicación de los usuarios; al mismo tiempo que los acontecimientos pueden alcanzar grados de “viralidad”, es decir, de alta circulación e impacto en la red. Su arquitectura técnica propicia la hipertextualidad, como la constitución articulada de enlaces y nodos, que en la dispersión de los mensajes también aglutina comunidades que llegan a tener intereses comunes. Uno de los rasgos más importantes de la superficie técnica que configura la red social, es que permite el feedback entre los usuarios o comunidades de internautas.
a. Instrumentos metodológicos
Es así como se presenta un bosquejo que indaga -por medio de recurso técnicos como la entrevista, los discursos puestos en la red por los jóvenes y la bitácora en la recuperación de la memoria- en el estudio del sujeto, sus interacciones y sus prácticas comunicativas en el orden de la acción política, lo que asegura algunos aspectos relevantes de interés académico y profesional; por un lado, su carácter crítico y por supuesto, su contribución al conocimiento social.
El uso adecuado de los instrumentos requiere un periodo temporal para el diseño y aplicación de las herramientas; se trata en esencia de la reflexión y revisión de los métodos. Esto plantea la búsqueda hacia los corpus de información: entrevistas, documentos en red (videos, gráficos y epístolas) y bitácora.
a) Entrevistas
Este instrumento técnico requiere de la elaboración de una guía, que marque la relación en referencia a las categorías estudiadas. Su idoneidad es con la entrevista semi-estructurada, método cualitativo que conduce y orienta la búsqueda de la información, pero al mismo tiempo libera al entrevistador frente la complejidad del diálogo. La definición del diseño está marcada por apartados o grupos de preguntas, que exploran en las categorías trazadas, y que se muestran en la siguiente tabla, así como su explicación (Tabla 1):
Tabla 1 Categorías para las entrevistas
Orígenes e identidades
Las preguntas hurgan en la formación de los sujetos, pero sobre todo particularizan en las razones y motivos que propician la participación política. Desde estas formaciones se edifica una dimensión matricial en todas las situaciones en que intervienen, directamente dimensiones socio-afectivas e ideológicas, menciona Abric. (Abric 11) Se constituyen en una matriz de edificación y reedificación de los imaginarios.
Percepciones juveniles
Por medio de ellas se explora en la construcción de un sujeto que pervive en una realidad que lo dota de información y con la cual percibe o construye el mundo. Saber si es un lector informado hace comprensible su postura frente a la realidad vivida y por supuesto, lo determina como componente social. Abric lo pone de esta manera: “La puesta en práctica de esos procesos cognitivos está determinada directamente por las condiciones sociales en que una representación se elabora o se transmite.” (Abric 6)
Interacciones juveniles
Las interrogantes se agrupan con la intención de dilucidar en las formas, sistemas o reglas con las que intervienen los jóvenes en las acciones políticas y provocan su actuar individual, y social. Sobre ellas se plantea la comprensión de las dinámicas entre los miembros del colectivo. En Jodelet (2008), tales dinámicas o interacciones constituyen el ángulo de las intersubjetividades.
Territorios tecnológicos
Este grupo de preguntas apunta a la búsqueda de explicaciones de roles y participación tecnológica en la red durante el evento político, donde las interconexiones juegan un papel fundamental. Las preguntas tienden a la exploración, no sólo de dominio y habilidad de las tecnologías, sino también a la figuración que los universitarios tienen de ellas.
Visualización o relectura
Por otro lado se plantea un momento dedicado, en el desarrollo de la entrevista, a visualizar o releer los documentos producidos en red, espacio temporal que permite recordar y sensibilizar con mayor precisión algunos rasgos del acontecimiento vivido desde los actores juveniles. La intención es clara, ponerlo en contacto con su propia historia y poner en relieve la memoria en una revisión sobre sus propias prácticas. La observación de sus emociones, gestualidad y comentarios a los textos son superficies valiosas que pueden enriquecer la información.
Prácticas de ciberpolítica
En este grupo se conjuntan las interrogantes que indagan en el accionar de los jóvenes durante el evento a estudiar. Se explora en relación a la historia, roles o funciones registradas en la red, así como en la intención de los mensajes y la experiencia con los otros usuarios. Las preguntas palpan en elementos que pueden evidenciar mayor descripción de las figuraciones hechas mediante las acciones, particularmente de la estética juvenil respecto a la política, lo cual se entiende como un margen de reflexión significativo para el estudio.
Evaluación o balance
En este apartado se agrupan las preguntas que averiguan en una perspectiva reflexiva de los sujetos sobre el proceso vivido por ellos, información que rastrea en una retrospectiva razonada de la experiencia en relación a la profesión y a ellos mismos.
Núcleo central o estructurante
Este es el elemento fundamental como categoría de análisis pues reviste una lectura transversal de la información; la categoría determina la significación y la organización de la representación. Constituye el elemento más estable, el que garantiza la perennidad en contextos movibles y evolutivos. Será el elemento que más resistirá al cambio. (Abric 10)
Elementos periféricos
Se organizan alrededor del núcleo central. Están en relación directa con él; su ponderación, su valor y su función están determinados por el núcleo. Constituyen lo esencial del contenido de la representación, su lado más accesible, pero también lo más viva y concreto. Abarcan informaciones retenidas, seleccionadas e interpretadas, juicios formulados al respecto del objeto y su entorno, estereotipos y creencias. (Abric 12)
b) Documentos en red (material producido en red)
La dinámica del grupo seleccionado implica una revisión hacia las prácticas desarrolladas en la red, tal revisión se ordena y se agrupa en relación a tipos de textos producidos. Refiere Diego Lizarazo que un texto puede comprenderse como “… un río, un flujo de símbolos que se anudan y se articulan de las formas más diversas para construir un caudal de significados que se segmentan en unidades relativas.” (Lizarazo 1998 40) Colocado en el análisis textual, el texto (película, telenovela, programa de radio), se entiende como la unidad discursiva que se materializa en su actualización (en su proyección, puesta en escena, transmisión, lectura, etc.) (Lizarazo 1998 66). Esta agrupación se da sobre tres tipos textuales: Discurso argumentativo, Figuración simbólica y Narrativa (Tabla 2).
TIPO DE TEXTO
Tabla 2. Clasificación de tipos de textos y categorías para analizar Producciones en red.
Discurso argumentativo
El mismo Diego Lizarazo describe lo argumentativo en el orden de los discursos, que llevan la intención de sostener y justificar una opinión o explicación mediante la adución de un conjunto de aseveraciones. (Lizarazo 1998 41) Se trata aquí de identificar los tipos de argumentos como propiedades retóricas de razonamiento que buscan la adhesión o disuasión, el convencimiento o la demostración, mediante mecanismos visuales, verbales y/o escritos, con la finalidad de apoyar la propuesta argumentativa; tales mecanismos retóricos postulan las diferencias o pertenencia que sostienen la opinión propiciada al auspicio de las reflexiones juveniles.
Figuración simbólica
Lizarazo las explica como discursos que se muestran en la presentación o exhibición de los símbolos mismos como símbolos, ya sea como figuras retóricas o arquetipos. Agrega que los objetos representados adquieren estatuto de valores simbólicos: configuraciones que expresan sintéticamente un complejo tejido de sentidos, un mundo cultural que se perfila en ellos. Es ir de las formas evidentes a los sentidos subyacentes. Desde Panofsky se formula una hermenéutica que denomina iconología. (Lizarazo 2004 102) Hay imágenes poéticas que se despliegan sobre la sustancia plástica del lenguaje y ello exige un itinerario que se constituye en tres momentos:
I. La estructura textual de la imagen (semiológica)
Es el paso de las miradas traslucidas de la imagen, asociadas a la transparencia referencial, a las concepciones textualistas y más cercanas a la pragmática.
II. La imagen con su intérprete (estética)
La conciencia del vínculo inexorable entre la imagen y su observación.
III. Articulación de la imagen (hermenéutica e iconológica)
Se reconoce la multidimensionalidad experiencial, o la configuración de la experiencia de la imagen en diversas relaciones imaginales. (Lizarazo 2004 53)
En este punto Erwin Panofsky se hace presente cuando considera a la imagen como huellas de la cultura y la mentalidad del mundo, de tal manera que el mundo histórico se materializa en forma de símbolos que pueden ser descifrados a través del análisis. Sin desligarlo de la iconografía (descripción de las formas plásticas), a este método de interpretación lo denominará iconología, recurso que explorará en un significado que se articula en diversos niveles de profundidad y a través del cual es posible interpretar tanto al sujeto como a la cultura que hablan a través de la obra. (Lizarazo 2004 81) Tales formas simbólicas pueden ser consideradas en dimensiones que representan a objetos, sujetos, espacios y acciones, elementos que orientan y operan las búsquedas de esta revisión.
Este planteamiento de una hermenéutica de la iconología es aclarado por Lizarazo al decir que:
… esta operación será posible sobre la base de una semiología posformalista, que sin renunciar a su vigor analítico-estructuralista (es decir, a su capacidad de identificar y explicar los sistemas de relaciones y las reglas sincrónicas), reconozca la movilidad diacrónica de los sistemas y la densidad axiológica (de todos los órdenes: estético, ético y político) se ponen en tránsito en las obras. (Lizarazo 2004 83)
En esta perspectiva de exploración de la imagen, aclara Lizarazo, no se puede asumir una organización en una estructura lineal, sino como un campo de relaciones simultáneas que serán restituidas en cualquier orden en la experiencia semiótica y estética que constituye su fruición. (Lizarazo 2004 86)
Narrativa
El sentido discursivo de los textos diegéticos es que cuentan historias, aventuras, anécdotas. Se presentan como el devenir de sucesos que acontecen a ciertos personajes. (Lizarazo 1998, 40) En esa lógica se desarrolla una secuencia de acciones, se definen líneas de actantes planteadas por Greimas (Álvarez 1983), se dilucida en la trama o conflictos y se reflexiona en una axiología de sentidos que lleva consigo el acontecimiento o relato político en el discurso juvenil.
c) Bitácora
La bitácora se distingue en lo empírico como un recurso que acude a la memoria y al registro de las situaciones más significativas ocurridas al interior del grupo. La técnica se muestra en este estudio mediante una narrativa que pone en relieve los diálogos y ambientes comunicativos que dan cuenta del accionar de un colectivo. Se develan, mediante ella, las interacciones comunicativas y procesos comunicativos.
Es un instrumento que localiza los discursos verbales de los actores y los ambientes, y los reconstruye en una narrativa que perfila un proceso comunicativo, mismo que en su revisión apunta a ilustrar sobre tres aspectos reflexivos importantes en el estudio. (Tabla 3)
Tabla 3. Tabla matriz de análisis para la bitácora.
I. Cómo operan los campos, es decir, se intenta comprender los sistemas y reglas juveniles puesta en acción sobre un proceso político.
II. La identificación de matrices en la lógica comunicativa, lo que apunta a la comprensión de los flujos comunicativos vivenciados durante el proceso político.
III. Diagramar la dinámica comunicativa es un aspecto reflexivo que lleva a la comprensión de un proceso conjunto, que tiende explicar esquemáticamente sus propios mecanismos de interacción.
Diseño para el análisis e interpretación de la información
El análisis se plantea entonces en una lógica comprensiva del sujeto y su interacción en un campo social; esta lógica propicia la confrontación de la información a partir de las vertientes que generan una interpretación sostenida en la información de los datos recabados. Taylor y Bogdan denomina este recurso metodológico como triangulación múltiple, que consiste en la combinación de un estudio único con distintos métodos o fuentes de datos que se constituye en un modo de confrontar y someter a control recíproco relatos de diferentes informantes. Este recurso permite una comprensión más profunda y clara del escenario y de las personas estudiadas. (Taylor y Bogdan 92) Su concepción metodológica se define con mayor precisión en una búsqueda para combinar datos, teoría y metodología. (Bisquerra 265) Y donde la apuesta teórica toma su mejor perspectiva en el estudio del sujeto y su interactividad socia–política, marco de las representaciones sociales.
No se pueden perder de vista los ejes esenciales del estudio de jóvenes, (identidades juveniles, la interacción o flujos comunicativos sobre los roles y acciones, y las prácticas políticas). Los aportes discursivos del análisis se estructuran en una hermeneusis que socializa los cruces significativos que dota el corpus de información (Tabla 4).
Hermeneusis
Tabla 4. Esquema de interpretación o cruce de datos.
Aun cuando el recurso de análisis se configura sobre la recolección de los datos por medio de los diversos instrumentos, es importante establecer que el escrutinio hermenéutico de los documentos que permiten la exploración, no es propiamente para definir un tipo de texto, sino más en la dimensión expuesta por Lizarazo cuando retoma a Heidegger y la expone como “… la comprensión de la estructura del ser.” (Lizarazo 2004, 84) Es decir, el análisis de los diversos tipos de textos son perspectivas significativas que se cohesionan como parte del sujeto y su actuar social.
La información obtenida implica también su ordenamiento en un análisis diagramado en dimensiones comunicacionales, lo que brinda la articulación explicativa del tema y permite la interpretación de los supuestos planteados y establecer con mayor claridad los resultados. (Tabla 5)
a) Texto
Se constituye en una dimensión analítica que da cuenta de las valoraciones de las unidades sígnicas; sobre esta dimensión se buscan develar las estructuras explicativas de la significación de las mensajes producidas en la red. Menciona Lizarazo que se trata de un tramado relacional entre los signos cuyo valor está en relación al sistema y al contexto. (Lizarazo 2004 65) Su naturaleza analítica se postula entonces en referencia a las acciones políticas discursivas que posibilitan la performatividad de las representaciones juveniles del mundo, gracias a los espacios que brindan las redes sociales. Aquí se entronan sus creencias y concepciones socio-políticas y se dibujan las matrices sociales, con las que los jóvenes hacen estético el mundo. “Hablar de estética es también preguntarse por el diálogo del sentido y reflexionar por la verdad que la obra y la experiencia ponen en juego.” (Lizarazo 2007 7)
b) Proceso comunicativo
En esta dimensión de análisis se delinean las estructuras sociales sobre las cuales se comunican las comunidades juveniles. Se trata de dar explicaciones sobre la función comunicativa, cuyo contexto se demarca en los nuevos protocolos de lo político y de las líneas de horizontalidad que abren las redes sociales, detonando otros flujos comunicativos. Dinámicas, reglas, enunciatarios, destinatarios y mensajes conviven en la circulación que imponen las nuevas dinámicas sociales, formas que se corresponden en indagatorias de este proceso en el escenario de las interacciones juveniles.
c) Superficies o medios (Facebook)
El espacio donde circulan los mensajes y se pone en marcha la simultaneidad, hipermedialidad, es una dimensión que acusa también una revisión. Los nuevos territorios ciberpolíticos toman un carácter significativo con el uso de sus componentes técnicos que profundizan en conocimiento, del dominio no sólo de habilidades juveniles, sino también de las referencias del poder que otorga la tecnología a los jóvenes. Parafraseando a Marshall McLuhan <<el medio también es un mensaje>>.
d) Tácticas
Es la dimensión que entra en el ámbito de las inteligencias colectivas como develadoras de acciones singulares cuya intención es producir efectos. En la asociación o conjunción de tácticas articuladas se pueden revelar estrategias planeadas; es decir, la dimensión focaliza no sólo la cartografía de un accionar político de los jóvenes universitarios, que emplean recursos cognitivos y habilidades técnicas, sino también la intención prevista de provocar respuestas en los destinatarios.
e) Actores
Evidentemente esta dimensión de análisis es una parada sustancial en la revisión del estudio, pues desde que aquí se explica la representación del mundo juvenil. Es una dimensión que se edifica en la variabilidad de los sujetos, no sólo por lo que son, sino por su accionar en un colectivo político. Se definen rasgos afines y diferenciales que tonifican el terreno sinuoso de las subjetividades y acciones juveniles en el marco de los escenarios contemporáneos.
4. Colofón
El desplazamiento de estas denominadas ciberculturas y cibercomunidades despliega afanosamente el atractivo del análisis de la vida humana. Sin embargo, es importante señalar que lo aquí expuesto no se agota, ni quedará agotado en su explicación. En términos de Jack Derrida “… ningún contexto es saturable. Ninguna inflexión goza de un privilegio absoluto, ningún sentido puede ser fijado o determinado. Ningún margen puede ser garantizado externa o internamente.” (Derrida 89)
El horizonte en este sentido es grande, y sobre él hay una indicación muy clara: que el universo de los jóvenes es aún un terreno fecundo para la investigación, pues designa escenarios donde lo desconocido y lo incomprendido lo vuelven contingente. De ahí que el trabajo aquí presentado se vea como un esfuerzo por clarificar y contribuir a la comprensión de la otredad, un tema transcendental para el mundo contemporáneo y sus crisis, y particularmente para todos nosotros. Es muy claro que el objetivo de este ensayo apunta a la presentación de un proceso metodológico, que tiene su mejor explicación y resultados en la tesis doctoral Imaginarios juveniles y prácticas de ciberpolítica. (2016)
Fuentes de consulta
- Abric, Jean-Claude. Prácticas sociales y representaciones. México: Ed. Coyoacán. 2001.Impreso
- Álvarez, Alberto. Lingüística y narrativa: Los modelos actanciales. Dialnet. Archivum: Revista de la Facultad de Filología, ISSN 0570-7218, Tomo 33, 1983, págs. 19-28. Digital. <URL> 8/07/2016.
- file:///C:/Users/PC/Downloads/Dialnet-LinguisticaYNarrativa-144029.pdf
- Araya Sandra. “Las representaciones sociales: Ejes teóricos para su discusión”, en Cuaderno de Ciencias Sociales 127. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). ISSN: 1409-3677. Sede Académica, Costa Rica. 2002. Digital. <URL> 07/11/2015. http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/ICAP/UNPAN027076.pdf
- Bisquerra, Rafael. Métodos de investigación educativa. Guía práctica. España: Ed. Ceac. 2000. Impreso.
- Derrida Jacques. “Sobrevivir: Líneas al borde”. En Deconstrucción y crítica. México. Ed. Siglo XXI. 2003. Impreso
- Dlilthey, Wilhelm. Obras de Wilhelm Dilthey introducción a las ciencias del espíritu. México. Ed. FCE. 1949. Impreso.
- Feyerabend Paul. Tratado contra el método. Esquema de una teoría anarquista del conocimiento. España, Ed. Tecnos. 1986. Impreso.
- Jodelet, Denise. El movimiento de retorno al sujeto y el enfoque de las representaciones sociales, en Cultura y representaciones sociales. Año 3, núm. 5, septiembre 2008. Impreso.
- Lizarazo, Diego. La reconstrucción del significado. México. Ed. Addison Wesley Longman. 1998. Impreso
- Lizarazo, Diego. Iconos, figuraciones, sueños. Hermenéutica de las imágenes. México. Ed. Siglo XX. 2004. Impreso.
- Pérez, Flor de Líz. Imaginarios juveniles y prácticas de ciberpolítica. Tesis doctoral. 2016. Instituto de Investigación en Comunicación y Cultura. ICONOS.<URL>
- http://iconos.edu.mx/qrtesis/070137DT.html
- Moscovici, Serge. “La representación social: un concepto perdido”, en El Psicoanálisis, su imagen y su público. Ed. Huemul, Buenos Aires, 1979, 2da. edición. Cap. I, pp. 27-44.
Taylor, S.J; Bogdan, R. Introducción a los métodos cualitativos de investigación. Argentina. Ed. Paidós. 1987. Impreso.
Tablas
Tabla 1. Categorías para las entrevistas
Tabla 2. Clasificación de tipos de textos y categorías para analizar Producciones en red
Tabla 3.Tabla matriz de análisis para la bitácora
Tabla 4 Esquema de interpretación o cruce de datos
Tabla 5. Esquema de organización y articulación de resultados
Resumen Curricular
Flor de Liz Pérez Morales
Doctora en Estudios Transdisciplinarios en Cultura y Comunicación (ICONOS), Maestra en Docencia (UJAT), Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UAM-X), Especialidad en Administración Pública. Participante de diversos ensayos periodísticos y proyectos de investigación. Miembro del Sistema Estatal de Investigadores y Profesora-Investigadora de la licenciatura en Comunicación de la UJAT.
En la producción de obras teóricas, de periodismo, y acontecimientos sociales se encuentran: De la historia oral al periodismo literario. Una vía de aproximación a la enseñanza del oficio (2004). Autora de cuentos como: Mariposas en el tiempo (2011) y Destino… el Cairo (2011). Coordinadora de Libros de narrativa ambiental: Mar de Historias para contar (2010), Relatos Prófugos. Imaginarios del hombre y la naturaleza (2011), Historias de colores naturales (2013). Ensayista de: Explorador de Identidades (2005), Al encuentro del oficio periodístico (2009), Bocetos de política, protagonistas y redes sociales en Tabasco (2013) y Nómadas del oficio de la palabra (2014). Coautora de los ensayos: Territorios periodísticos: Observatorios de la migración y violencia en la Frontera Sur (2012), Atender la emergencia desde la formación (2014), Tras el boceto político de los jóvenes universitarios tabasqueños (2015) y Formas y prácticas de la ciudadanía: una mirada al discurso juvenil (2016).
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