El arraigo en la era digital: ¿necedad o necesidad?

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Resumen


El advenimiento tecnológico ha tenido una gran influencia en la sociedad y ahora se manifiesta en la capacidad de conectividad que tienen los grupos humanos, la cual parece resultar beneficiosa. Sin embargo, pareciera que en otras ocasiones pudiera tener un efecto perjudicial.

Heidegger expresó su preocupación por las consecuencias sobre el abuso de la técnica y manifestó la importancia del arraigo y la serenidad para evitarlo. Asimismo, filósofos como Jonas, Ellul y Sloterdijk, también dedicaron una parte importante de sus obras al estudio de la relación del hombre con la técnica. Lo anterior quizá es, porque se vive en una época donde la tecnificación se encuentra en todos los niveles de la sociedad (trabajo, ocio, educación, cultura).

Con base en lo anterior, es que se considera oportuno estudiar las posturas anteriores y analizar si el arraigo es relevante o no en una cultura de la convergencia.

Palabras clave

Era digital, arraigo, serenidad, técnica, cultura, convergencia.

 

Abstract

The technological coming has a great influence in society, since its ability for social intervention can be both beneficial and harmful. Heidegger expressed his concern about the consequences of technical abuse, and the importance of support and serenity to avoid it. Likewise, philosophers as Sloterdijk, Jonas and Ellul studied this concept in some of their works. Since we are living in a technified world where technology has a great presence on every social level (work, culture, education, leisure), there is a need for studying some contemporary philosophers who dedicated part of their life to work on technology studies, and explore the concept of support in a cultural converge.

Keywords

Digital era, support, serenity, technique, culture, convergence.

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Introducción

Gracias al desarrollo de la técnica, ésta es una época en la que el hombre puede comunicarse de muchas maneras con otras personas. En cuanto a actividades culturales, se dispone de un gran número de recursos para disfrutar de textos, imágenes, audios y videos, en el momento que cualquiera lo demande. También se posibilita una conectividad entre plataformas, en las que todo tipo de temas convergen, amén de la facilidad con la que consumidores y productores de contenidos interaccionan entre sí. Por ello, el estudio de la técnica es indispensable para entender estos cambios.

La técnica y la tecnología, o tecnociencia, son términos que suelen ser utilizados como similares, sin embargo es necesario precisar alguna diferencia. La técnica confiere un sentido más unificador y en sentido estricto, abarca tanto a la tecnología como a los procesos de tecnificación. En concreto, Heidegger denominó como una definición instrumental y antropológica de la técnica, a su representación como un medio para ciertos fines y un hacer del hombre. Incluso, expresó que esta definición es correcta y aplicable para la técnica moderna, ya que continúa siendo un medio para un fin. (Heidegger, 113) Asimismo Ellul definió a la técnica como “… la totalidad de métodos que racionalmente alcanzan la eficacia absoluta (en una época dada del desarrollo) en todos los campos de la actividad humana”. (en Mitcham, 76-77)

Martin Heidegger. Crédito: http://1.bp.blogspot.com

Martin Heidegger. Crédito: http://1.bp.blogspot.com

El concepto de tecnología suele utilizarse para referirse a la técnica moderna, estrechamente relacionada con la ciencia (tecnociencia) y el desarrollo de la revolución industrial. En cambio, la palabra técnica regularmente es utilizada para referirse a actividades artesanales o preindustriales. Sin embargo, para el presente artículo, se entienden estos conceptos fuera de una noción dialéctica y si se mencionan alternadamente, es porque los autores así los exponen y adquieren su significación según cada contexto. De inicio se pretende una aproximación unificadora entre técnica y tecnología.

Aclarado lo anterior, hay que señalar que según Jenkins (2008), nos encontramos en la cultura de la Convergencia, donde chocan los viejos y los nuevos medios y donde el poder del productor, así como del consumidor, interaccionan de maneras impredecibles. En este espacio de Convergencia, parece necesario colocar en discusión la hipótesis de Heidegger sobre la pérdida del Arraigo[1], gracias a la técnica y la Serenidad como respuesta a los peligros de una sociedad tecnificada. Es decir, este escrito retoma la postura de Heidegger sobre la importancia del Arraigo en una sociedad globalizada gracias a las llamadas tecnologías de la información y se pasa a comparar a través de un análisis, con las posturas de otros filósofos contemporáneos que también han dedicado parte de su pensamiento al estudio de la técnica, ya sea con una postura afín o contraria a Heidegger.

Para realizar el análisis, será necesario abordar el tema de la Cultura de la Convergencia y apuntalar algunos conceptos clave de una sociedad que vive con estas características. Posteriormente, se desarrollarán los principales postulados de Heidegger sobre la técnica y las posturas de otros filósofos como Ellul, Jonas y Sloterdijk. Finalmente, se compararán las propuestas revisadas en este texto, con el fin de establecer qué tan necesario es el arraigo en una sociedad tecnificada.

  1. 1. Cultura de la convergencia

Para efectos de este escrito se utiliza el concepto de Cultura de la Convergencia, propuesto por Henry Jenkins en su obra Convergence Culture (2008). En esta obra el autor plantea tres conceptos clave para entender la sociedad en la que nos encontramos: Convergencia Mediática, Cultura Participativa e Inteligencia Colectiva. Por Convergencia el autor señala “… al flujo de contenido a través de múltiples plataformas mediáticas, la cooperación entre múltiples industrias mediáticas y el comportamiento migratorio de las audiencias mediáticas.” (Jenkins, 14)

Este investigador manifiesta que gracias a la Convergencia es que se pueden describir los cambios tecnológicos, industriales, culturales y sociales. La Convergencia Mediática impulsa a los consumidores a buscar nueva información y establecer conexiones entre diferentes contenidos culturales. Ésta no se da mediante la sofisticación de los aparatos mediáticos, sino en la plasticidad sináptica del cerebro de los consumidores individuales y en su interacción con otros. (Jenkins, 13-21)

En cuanto a la Cultura Participativa se pone de manifiesto un contraste con interpretaciones más pasivas de los consumidores. Jenkins se percata del cambio en la relación entre consumidores y productores de contenidos, y pone énfasis en la relación que estos establecen. Sin embargo, habrá que señalar que la relación no es entre iguales, los productores continúan ejerciendo un poder mayor a cualquier consumidor o grupo de consumidores.

En el mismo orden, el consumo se ha convertido en un proceso colectivo y a esto se refiere Jenkins al hablar de Inteligencia Colectiva[2]. “Ninguno de nosotros puede saberlo todo; cada uno de nosotros sabe algo; y podemos juntar las piezas si compartimos nuestros recursos y combinamos nuestras habilidades.” (Jenkins, 15) A manera de ejemplo, es muy notable la gran admiración que generó la saga de Star Wars entre sus seguidores. Lo que inició como una película de ciencia ficción se convirtió en una enorme industria cultural, que alberga hasta el día de hoy seis películas (una más a punto de estrenarse), innumerable cantidad de fan films, videojuegos, cómics, juguetes, comunidades virtuales, etcétera.

Esta industria no hubiera sido posible sin la participación de los fans de la saga, que dejaron de ser usuarios pasivos para convertirse en prosumidores (productores-consumidores) de todo tipo de productos de Star Wars. Esta participación masiva reconfiguró la manera de consumir historias y aumentó el mundo ficticio de Darth Vader. Los fans se convirtieron en agentes activos del mundo de George Lucas al crear historias alternas, efectos especiales, juegos, videojuegos, bandas sonoras, reuniones especializadas sobre la saga, entre otras actividades.

Si bien lo anterior pareciera algo positivo para la sociedad, también se pueden indicar diversos ejemplos de consecuencias negativas del desarrollo de la técnica y la globalización como: las guerras, el deterioro de la calidad de vida de las personas, la obsolescencia programada, el calentamiento global, el reemplazo del hombre por la máquina en diversas actividades, etcétera.

Además, en una Cultura de la Convergencia los procesos de creación, consumo e interacción de productos culturales en una sociedad en red se aceleran. Esta aceleración necesariamente requiere de una adaptación de la plasticidad sináptica del cerebro, para procesar la inmensa cantidad de contenidos que se desarrollan y con los que se está en contacto. Información que permite al ser humano, reconfigurar y dar sentido a la realidad.

Jenkins asevera que nos encontramos en la cultura de la Convergencia. Crédito: http://tmz.press

Jenkins asevera que nos encontramos en la cultura de la Convergencia. Crédito: http://tmz.press

Esta Convergencia es intrínseca al desarrollo de la tecnología y por ello es importante atender la idea de Neil Postman referente a que toda tecnología tiene una filosofía, además de mencionar que hay tecnologías que nos parecen totalmente naturales y a las que Postman llama invisibles, tecnologías que son representadas de cierta manera ideológica. (Postman, 2003)

  1. 2. Algunos filósofos contemporáneos y su relación con la técnica

Como se señaló anteriormente, este escrito retoma la hipótesis de Heidegger sobre la pérdida del Arraigo debido a la técnica y la Serenidad como respuesta a los peligros de la misma, por lo cual se desarrollan en primer lugar sus principales argumentos sobre la técnica.

Posteriormente, se analizan algunos de los postulados de los filósofos Ellul y Jonas. El orden de estudio y la selección de estos dos pensadores, entre otros, se debe a que sus postulados son similares a los de Heidegger y porque se considera que aportan otras respuestas al problema central, sobre la relación entre técnica y la naturaleza.

Para cerrar, se retoma la obra de Sloterdijk -uno de los filósofos más importantes y controversiales de nuestra época- ya que su postura respecto a la técnica difiere completamente de la expuesta por los otros filósofos aquí señalados. De esta manera se busca enriquecer y ampliar la discusión central y la necesidad o no del Arraigo en una cultura de la Convergencia.

Martin Heidegger

Heidegger realizó un estudio de la técnica desde un nivel ontológico; para el filósofo su estudio es inseparable de la pregunta por el ser, por lo que es un estudio sobre la existencia. En su tesis pone énfasis el contraste entre la naturaleza y el campo (pensar), con la tecnificación y la ciudad.

Heidegger menciona en Filosofía, Ciencia y Técnica (1997), que éstas determinan un estar en el mundo. Ya que la ciencia es un anticipador en su descubrir, mientras que la técnica es una Verdad develada (Aletheia), un modo para sacar de lo oculto. Además señala, la diferencia entre la técnica antigua y la técnica moderna (poiesis y tekné). Para él, la esencia de la técnica moderna es la Ge-stell (imposición), la cual exige o emplaza al desvelar; es un disponer provocante. Esta provocación pone ante la naturaleza la exigencia de suministrar energía que pueda ser extraída y almacenada. En cambio, la técnica antigua (artesanal) acompaña, lleva hacia adelante el desvelar mismo. En ese sentido, la Ge-stell desafía al hombre a considerar todo lo presente como inventario técnico, todo queda sometido al pensamiento calculador. Por eso, la técnica moderna da lugar al mundo del “sin objeto”. (en Esquirol, 2011)

Para Heidegger existe una gran preocupación de que sumergidos en el revelar de la técnica moderna, no experimentemos nuestra pertenencia al revelar mismo. Ante el peligro considera que la esencia del arte ofrece un regalo similar a la soledad del campo: mostrar la verdad. Retomando al poeta Hölderlin, Heidegger señala que donde está el peligro, crece también lo que salva. Así, en el arte y lo poético está lo que salva. Además, señala que en la misma Ge-stell está la invitación a pensar la mutua relación entre hombre y ser. De la experiencia de la Ge-stell se encuentra la posibilidad de sobreponerse a su dominio, para llegar a un desvelar más originario. Por eso, de la experiencia de la técnica está la posibilidad de sobreponerse a su tiranía.

Heidegger consideró que uno de los efectos de la técnica moderna es el desarraigo de la civilización actual. La técnica arranca al hombre de la tierra y lo suprime, pero el pensar y poetizar pueden llevar a cabo un nuevo enraizamiento. También el filósofo manifestó que ese pensar que se expresa en la cercanía y que tiene su lugar en el mundo de la técnica es la Serenidad. Heidegger espera que no acontezca la superación del hombre por la técnica moderna. Postula que el hecho de estar rodeados de objetos tecnológicos que configuren nuestro entorno, no significa que tengamos que darles un protagonismo exclusivo, a tal grado de que borren nuestra esencia. Para ello propone dos formas: Serenidad para con las cosas y Apertura al misterio.

Que en el mundo técnico sea posible mantenernos abiertos a lo oculto es lo que nos salva de su amenaza relativa a la homogeneización. En la Serenidad hay paciencia, esperanza y escucha, y en la proximidad para con las cosas -que en Heidegger tiene estrecha relación con la naturaleza, el campo, la vida del campesino-, podría estar la respuesta del filósofo al mundo globalizado de hoy.

Hans Jonas

Jonas señala que vivimos en un mundo determinado por la técnica, lo cual requiere de una nueva ética a la altura de los problemas relacionados con este nuevo contexto. Indica que los peligros de la macrotécnica moderna se reducen: a su potencial destructor por una parte y a su potencial manipulador por otra. (en Esquirol, 111-134)

Antes el hombre entendía que sus intervenciones sobre la naturaleza eran superficiales y sin peligro, puesto que la naturaleza iría restableciendo su propio equilibrio. Ahora nuestras acciones tienen consecuencias de largo alcance, que pueden ocasionar estragos en generaciones posteriores. La responsabilidad por lo que se ha de hacer se desplaza del humano (de sí mismo), hacia la cosa. El acento recae en las acciones colectivas, vinculadas con el progreso tecnológico.

La gran aceleración del mundo tecnológico nos deja sin certezas respecto al futuro. A partir de esta ausencia de saber es que Jonas construye su propuesta metodológica llamada Heurística del miedo, que consiste en representar las posibles consecuencias negativas de nuestras acciones y de las actuales políticas tecnológicas.

Nuestras acciones tienen consecuencias de largo alcance, que afecten a generaciones posteriores. Crédito: http://thenewschoolhistory.org

Jonas «Nuestras acciones tienen consecuencias de largo alcance, que afecten a generaciones posteriores.» Crédito: http://thenewschoolhistory.org

Ante ello, el filósofo propone un principio de responsabilidad que es una crítica hacia la idea de progreso y la utopía de que todo futuro será mejor. Entonces: responsabilidad por lo que se ha de hacer (orientada hacia el futuro). El imperativo de Jonas dice: “Obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida auténtica en la Tierra; o expresado simplemente: “No pongas en peligro las condiciones de la continuidad indefinida de la humanidad en la Tierra.” (Jonas, 40)

A la par de Heidegger, el pensamiento de Jonas expone su preocupación por el uso que se da a la técnica. En mayor grado, su preocupación es por las consecuencias negativas que el uso de esta dejará para las generaciones futuras. Acentúa el abandono del hombre hacia la naturaleza y la necesidad de responsabilizarse de nuevo por su cuidado.

Jacques Ellul

Ellul coincide en diversos puntos con Heidegger, entre otros en el hecho de que nunca se terminará por comprender la técnica contemporánea, si se mantiene únicamente la concepción instrumental y antropocéntrica sobre ella. Es obvio que: “La tecnificación de la sociedad alcanza a todos los ámbitos de la misma: trabajo, ocio, educación, cultura, política, administración […] y que esta tecnificación implica homogenización y una cierta abstracción.” (en Esquirol, 137)

Ellul planteó la diferencia entre sistema técnico y sociedad técnica. El sistema técnico es un conjunto de elementos relacionados entre sí, configurado por la articulación entre fenómeno técnico y progreso técnico. La sociedad técnica incluye este sistema y otros más. Para caracterizar al sistema técnico, el pensador distingue entre los rasgos más propios del fenómeno técnico (autonomía, unidad, universalidad y totalización) y los del progreso técnico (autocrecimiento, automatismo, ausencia de finalidad y aceleración).

La autonomía tiene que ver con que el sistema mismo se regule. La unidad de la técnica se manifiesta en el hecho de que sus componentes son idénticos en todas partes. La universalidad significa que el sistema tiende a extenderse, a universalizarse. La totalización es la tendencia del fenómeno técnico a cerrarse sobre sí mismo, después de haber fagocitado todo lo que ha podido.

El autocrecimiento se refiere a que todo pasa como si el sistema técnico creciese en virtud de una fuerza intrínseca, sin intervención decisiva del hombre. El automatismo señala que todas las posibilidades que se abran a raíz del autocrecimiento serán realizadas. La ausencia de finalidad indica que la técnica se desarrolla en función de posibilidades de crecimiento ya existentes; la técnica se desarrolla porque se desarrolla. Por último, la aceleración manifiesta el hecho de que nos encontramos en un momento de constante cambio tecnológico.

Ellul señaló que hay una separación entre la técnica y el símbolo, y que por ello no es adecuado hablar de “cultura técnica”. Considera que la cultura técnica es un simulacro o ilusión de la cultura, porque no promueve la crítica, la reflexión, la orientación y la liberación procedente del símbolo. También, estableció que la técnica como el desarrollo más importante del último siglo, debe limitarse mediante una “ética del no poder”. Es decir, un uso delimitado éticamente de la técnica, sin caer en un abuso que dañe a la naturaleza.

Por lo expuesto, se nota que junto a Heidegger, Jonas y Ellul comparten su preocupación por los peligros que puede ocasionar un abuso de la técnica.

Ellul menciona que la cultura técnica es un simulacro o ilusión de la cultura. Crédito: http://www.phibetaiota.net

Ellul menciona que la cultura técnica es un simulacro o ilusión de la cultura. Crédito: http://www.phibetaiota.net

Peter Sloterdijk

Sloterdijk es uno de los pensadores más polémicos de la actualidad y su postura sobre la técnica es controversial. Él llama a los distintos procesos de domesticación humana “antropotécnicas”. Técnicas aplicadas sobre la bestia humana, que dan como resultado lo que llamamos proceso civilizador. Señala que una de las primeras antropotécnicas utilizada para amansar a la bestia humana fueron las letras, la cual después fue desplazada por la televisión e Internet.

Para Sloterdijk, la propuesta de Heidegger acerca de que la auténtica esencia del hombre tiene que ver con la verdad y en su relación con el ser, es una fuerte contención; supone que el habitar heideggeriano (habitar la proximidad), está lejos de sintonizar con el presente; además manifiesta que su profundidad carece de amplitud. Para él, la nueva forma de amansarnos será mediante la biotecnología. El rasgo más singular y decisivo de la nueva cultura tecnológica es una transformación del lenguaje natural y la escritura. “El lenguaje deja de ser casa […] el lenguaje de la informática y el de los genes conformarán la casa del hombre poshumanista.” (en Esquirol, 187)

Para Sloterdijk son los nuevos lenguajes técnicos con los que se llega más cerca de la propiedad de lo humano; se abandona la errancia para llegar a lo propio; la errancia para él es la metafísica del dualismo. Para este filósofo, por la relación de sistemas que se autoorganizan, pierde validez la distinción metafísica entre naturaleza y cultura. Y además, con la pérdida de esta dualidad desaparece el poder. Pronostica que con el nuevo desarrollo de las tecnologías no existirá el domino de unos hacia otros.

En un artículo que publicó en junio de 1999 en la revista alemana Spiegel Spezial, Sloterdijk declaró que: el mundo globalizado supone el fin del sedentarismo y con ello el concepto de patria. Para el filósofo, el vínculo entre espacio y sí-mismo no es tan estable cuando las condiciones cambian, como sucedió con las culturas agrícolas hasta el Estado nacional moderno. Y cierra el artículo argumentando que:

La patria como espacio de la buena vida es cada vez menos fácil de encontrar ahí donde, por un accidente de nacimiento, cada quien está. Sin importar donde esté, la patria debe ser reinventada permanentemente mediante el arte de saber vivir y las alianzas inteligentes. (Sloterdijk 1999)

Asimismo, en su obra Esferas II, hace un estudio de la globalización a la cual divide en tres etapas: metafísico-cosmológica (globalización morfológica), marítimo-terrestre (globalización náutica) y, la globalización electrónica informática (Sloterdijk, 2014). En la globalización electrónica el mundo vuelve a hacerse más pequeño; termina el cosmopolitismo y se produce un provincianismo global, caracterizado por la eliminación de la distancia y la reconfiguración de las culturas locales.

A diferencia de los filósofos anteriores, en Sloterdijk es notoria su postura positiva hacia el uso de la tecnología, además de subrayar la necesidad de reinventar la identidad nacional en un mundo globalizado. Si en Heidegger la Serenidad y la proximidad con la naturaleza son la solución ante los peligros de la técnica, para Sloterdijk son únicamente grilletes que no permiten al hombre liberarse. En cambio, la técnica permite llegar al ser humano.

Además, como señala en Spiegel Spezial, la patria, es decir el Arraigo, debe de reinventarse constantemente como consecuencia de vivir de un mundo globalizado.

A la par de Jenkins, que señala que la convergencia mediática impulsa a los consumidores a un comportamiento migratorio y al establecimiento de conexiones en diferentes contenidos culturales, en Sloterdijk se puede apreciar el mismo establecimiento de conexiones, en la reconfiguración de las culturas locales debido al flujo de contenidos y la eliminación de la distancia. La propuesta de globalización electrónica de Sloterdijk concuerda perfectamente con la idea de convergencia mediática de Jenkins.

Conclusiones

La cuestión de la técnica y los cambios tecnológicos son una preocupación con gran cabida en la filosofía contemporánea y otras ciencias. En este escrito se ha abordado la inquietud por la técnica, desde la postura de cuatro filósofos contemporáneos y se puso especial interés en los planteamientos de Heidegger.

Después del análisis de estos cuatro pensadores se encuentran dos posturas diferentes: una ontológica y otra poshumanista; además de dos propuestas completamente contradictorias: la hipótesis de Martin Heidegger y la de Peter Sloterdijk. Las posturas de Hans Jonas y Jacques Ellul, se acercan más al pensamiento de Heidegger.

Al señalar la importancia de que “toda tecnología tiene una filosofía” y la tendencia común de creer que las tecnologías son de siempre, este artículo procuró mostrar la necesidad de repensar a la técnica en una Sociedad Convergente. Una sociedad en la que se eliminan las distancias, en la que convergen todo tipo de contenidos, industrias, culturas, naciones, creadores, consumidores y en la que las acciones de unos afectarán a los otros de manera directa o indirecta.

Por una parte, Heidegger, Jonas y Ellul sugieren la necesidad de hacer una reflexión sobre los procesos tecnológicos que se viven en la actualidad. Sus aportes manifiestan una gran preocupación por las consecuencias negativas que puede ocasionar la técnica y otorgan una solución para tales peligros: Serenidad, Principio de responsabilidad y Ética del no poder.

En cambio, la aportación de Sloterdijk presenta un panorama más positivo hacia el devenir de la técnica. Para este filósofo, con el desarrollo de nuevas tecnologías no existirá la necesidad de ejercer poder de unos sobre otros. Además para él, pierde importancia el Arraigo en un mundo globalizado, ya que esta es una sociedad de consumo constante y que interactúa todo el tiempo ya sea física o virtualmente-, además de reconfigurar de manera permanente su idea de patria. La Cultura de la Convergencia pareciera que resulta ser el nuevo lenguaje del ser humano, su nueva casa y el mundo (como espacio físico) es un lugar de tránsito y no, sí-mismo, un espacio de Arraigo.

Finalmente, la tecnología abarca todos los aspectos de la vida del ser humano, por ello es conveniente tomarse un tiempo para pensar y descansar de los aparatos tecnológicos, como señala Heidegger. Se presume que en la Serenidad para con las cosas y en la apertura al misterio (que incluso se puede entender como la apertura a la técnica), existe una posibilidad de comprender también la Convergencia.

Fuentes consultadas:

  • Bauman, Zygmunt. Modernidad líquida. México: Fondo de Cultura Económica, 2003. Impreso.
  • Esquirol, Josep. Los filósofos contemporáneos y la técnica. Barcelona: Gedisa editorial, 2011. Impreso.
  • García, Néstor. Culturas Híbridas. Barcelona: Paidós Ibérica, 2001. Impreso.
  • Hall, Stuart. Cuestiones de identidad cultural. Buenos Aires: Amorrortu, 2011. Impreso.
  • Heidegger, Martin. Filosofía, Ciencia y Técnica. Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1997. Impreso.
  • Jenkins, Henry. Convergence Culture. La cultura de la convergencia de los medios de comunicación. Barcelona: Paidós, 2008. Impreso.
  • Jonas, Hans. El principio de responsabilidad. Barcelona: Editorial Herder, 1995. Impreso.
  • Lévy, Pierre. L’Intelligence collective. Pour une anthropologie du cyberspace. Paris: La Découverte, 1994. Impreso.
  • Mitcham, Carl. ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Barcelona: Anthropos, 1989. Impreso.
  • Paz, Octavio. El laberinto de la Soledad; Postdata; Vuelta al laberinto de la Soledad. México: Fondo de Cultura Económica, 2008. Impreso.
  • Postman, Neil. Tecnopolis: la rendición de la cultura a la tecnología. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 1994. Impreso.
  • Sloterdijk, Peter. “Notiz über die Krise des Heimatbegriffs in der globalisierten Welt”. Spiegel Special. Junio 1999: 25-29. Impreso.
  • Sloterdijk, Peter. Esferas II. Madrid: Siruela, 2014. Impreso.

Notas:

  • [1] La pérdida del Arraigo en una cultura globalizada no es de interés único de la filosofía. Desde otras disciplinas como la comunicación, sociología y antropología también se han realizado estudios sobre el tema, como Bauman en su obra Modernidad líquida (2003); García en Culturas Híbridas (2001); Hall en Cuestiones de Identidad Cultural (2011). Igualmente Octavio Paz esboza una propuesta interesante en su obra Laberinto de la soledad, cuando trata el tema de los Pachucos; mexicanos que viven en la frontera entre EEUU y México y que han desarrollado una cultura completamente diferente a la nativa o a la sociedad que habitan. (Paz, 2008)
  • [2] Un término acuñado originalmente por Pierre Lévy en L’Intelligence collective (1994).

 

Curriculum Vitae

Israel Carreón Cázares isracarreon@gmail.com

Estudios

Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con orientación en Comunicación de la Ciencia, por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa. Actualmente es estudiante de la Maestría en Comunicación y Estudios de la Cultura en ICONOS, Instituto de Investigación en Comunicación y Cultura.

Experiencia Laboral

Es editor en el medio electrónico Impunemex y editor en la Revista Cultural Punto Final. Es jefe del área de portales en Ensíntesis Internacional. Sus temas de interés son la identidad cultural y las diferentes manifestaciones culturales como el cine, la fotografía, la literatura y la música.

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